domingo, 15 de diciembre de 2019

RESPIRO FAMILIAR DICIEMBRE 2019

No podía esperar a mañana para escribir esto. No podía esperar ni un minuto más para compartir con vosotros el día de hoy. Pese a haber sido un fin de semana muy agitado, y tener los párpados que casi se cierran con perfecta autonomía, esto no debía esperar, no podía esperar.
Ya ayer me sentí profundamente emocionado, quizás por ser mi primera carrera, de esas serias tras la operación, porque di todo lo que pude, y sentí en qué lugar, físicamente, me encontraba.
Eso era lo de menos.
Volví a correr, acompañado de Rubén, a quien admiro mucho. Por su forma de ser, por su manera de vivir las cosas, y por su manera de sentirlas. Una persona con grandes sentimientos.
Echamos el rato en Lácara, en la San Silvestre. Gonzalo, ya sabes que te echamos de menos y nos acordamos mucho de ti.
Su organización donó un euro solidario de cada inscripción a la Asociación para la Donación de Médula Ósea de Extremadura. El se ha movido para que eso sea así.
Tomando un café después de la carrera me contó una historia verdaderamente escalofriante y a una de sus protagonistas, pude conocerla esta mañana en el Respiro Familiar, durante el concierto de Navidad. Marché a casa tras la carrera dándole vueltas a lo que me contaba.
Hoy no podía faltar al Concierto de Navidad que la Orquesta Infantil y Juvenil de Extremadura han dado en el Palacio de los Congresos de Mérida.
Reencontrarme con Virtudes, Paqui, Marina y sus padres, y resto de familia de ADMO, es un regalo, porque cada minuto que paso con ellos, me enseña algo.
Algo como saber vivir queriendo la vida.
Brotaron lágrimas de emoción durante el concierto, sobre todo cuando Virtudes sube al escenario con esos once chiquillos, portando esa camiseta amarilla, donde un corazón es protagonista en sus parte delantera. Escucharle nombrarnos como parte de esa ilusión que tienen, me emocionó mucho.
No pude acompañarles a la comida, pero si disfruté, junto con mi familia, de una breve sobremesa, junto a ellos, hablando y conociendo a más miembros de la familia de ADMO. Daniel me conquistó, además fue mi pareja de refrán.
Me pidieron decir algo, pero apenas salían palabras de mi. Me emocioné de nuevo, y no pude decir mucho.



Cuentos, juegos, fotos y sonrisas. Dibujos. Qué bonita manera de expresarse.
La grulla Ulla.
Lecciones.
Vida.
Creo que Corro, Donas, Viven no hacemos tanto, como para recibir lo que recibimos.
Creo que no nos merecemos ese trato tan especia que ADMO nos regala cada vez que nos dejan pasar un rato con ellos.
Belén, mis hijos y yo, aprendemos tanto cuando estamos allí, que no podemos hacer más que estar inmensamente agradecidos de que nos tratéis así de bien, de que nos acojáis y nos recibáis.
Mil gracias.

viernes, 21 de junio de 2019

ÚLTIMO DÍA Y DESPEDIDA

Esta entrada no tiene fotos, no tiene imágenes porque ninguna podría reflejar lo que hoy siento. Abajo hay una canción de ZAZ "Eblouie par la nuit" que me lleva acompañando unos días. Son de esas que se te meten en la cabeza o en el corazón, sin saber por qué. Ponla bien alta.


Acabo de llegar de trabajar y tengo que soltarlo todo justo ahora.

Mi último día de clase.

Mi último día con los alumnos de 2º de la ESO, de los grupo A, B, C, D, E, F y de 3º de ESO, C y F .
Casi toda una vida ligado a este centro, el IES Santa Eulalia, desde que de chiquitito venía después del cole y me quedaba con Antonia o Josefa en conserjería, a quien recordaba cada día que cruzaba la puerta, igual que a mi madre y mi padre, que tantos años pasaron aquí.

Después de un tiempo me encuentro con nietos e hijos como alumnos.

He pasado rachas difíciles y otras más llevaderas, pero siempre he tratado de ser un profesor serio cuando tenía que serlo y alegre cuando tocaba. Responsable y tratando de transmitir lo mejor de mí a mis alumnos.
He tratado siempre hacerlo lo mejor que se, gustando unas veces más y otras veces menos... pero teniendo en cuenta que cada año he contado con casi 200 alumnos, es normal no agradar a todos. He reído y me he preocupado, he disfrutado.

Acabo de llegar de la gala de fin de curso, donde he permanecido desde el principio hasta el final, porque los, los niños se lo merecen. Porque posiblemente no les vuelva a ver sentados en esas mesas de color gris con el hueco del cableado en la mitad. Sin la pizarra digital donde tanto me gustaba escribir cuando quería funcionar.

Y porque he han hecho feliz.

Al llegar uno de mis jefes de estudios, ha decidido que entregara yo mismo los diplomas a los alumnos ayudantes del programa TEI que el dirige. Y ha hecho pública mi marcha a todos los alumnos que allí estaban. Por dentro estaba a punto de echar a llorar. Porque con algunos de ellos llevaba dos años maravillosos.
He querido abrazar y dar la mano a cada uno de ellos.

Después, tras una estupenda actuación de los alumnos, me he puesto en la entrada a verles pasar, salir del insti y disfrutar de las vacaciones.

Y es cuando se han producido los momentos más emotivos.

Mientras salía, se me acerca un alumno a darme un abrazo y ha puesto su cabeza sobre mi pecho diciéndome que le daba mucha pena que me fuera.

Después, tres de mis alumnas de aquella tutoría tan dura del pasado curso, se han acercado para confirmar mi marcha, y casi entre lágrimas me ha abrazado, aún sabiendo que no le daría clases el próximo curso. Dos compañeras suyas me miraban con cierta tristeza y emoción cuando les contaba lo guapas que las vi pasar el pasado viernes en su graduación de cuarto.

Poco más tarde, Elena y Ana se han acercado a verme, también para ver si era cierto que me iría y también emocionadas me han abrazado.

A todos les he preguntado si consideran que han aprendido algo este curso, y si además han disfrutado, de lo que obtengo una respuesta positiva.

Los que me conocen saben que soy duro y exigente, lo soy conmigo mismo y con los demás. Cada uno de los chiquillos que he tenido también me han enseñado mucho, cada año me enseñan.

Quizás, sea cierto que ese órgano que impulsa la sangre por el cuero, el corazón, tenga algo que ver con los sentimientos y nos hace más sensibles. Es cierto que desde que empecé con este calvario cardíaco, las cosas las he visto de otra manera, y también he aprendido a querer más a mis alumnos. Este año, incluso a aquellos con los que sólo he pasado un curso, he aprendido a quererles de alguna manera más especial.
A Jose Puk, a Carla, Ángela, Hugo, Lara, Elena, Saioa, Aitana, las dos Paolas, Mario... tantos hasta llegar a casi 170, y a los de 3º, Alba, Raquel, Emma, Crsitina, María, Javier, los dos Pablos, David, Alba incluso a Adriana, que la conocí este curso, Alejandra, Fabios, Lucía, Maitane, Sandra, mi gran Paco....
Antiguos alumnos, Diana, Lucía. Lidia, Redre, las Alejandras, Blanca...

Especialmente a vosotros, con los que he pasado dos maravillosos cursos, os echaré de menos.

A todos, y de verdad que a nadie voy a dejaros atrás.

Y es que hoy me vengo con una gran satisfacción de saber que he realizado un buen trabajo aquí, como casi siempre lo intento.

Queda una remota y complicada posibilidad de volver, aunque no pierdo la esperanza.

Confío en que la calidad de la enseñanza pasa por la continuidad y por el amor a este trabajo. Lamentablemente no siempre puede ser, ni por una ni por otra causa. O por las dos.

Pero vosotros no os vais a ir nunca.

Tampoco algunos de mis compañeros como Pepe que has estado ahí cada vez que te he necesitado (no se si encontraré algún compañero como tú). Mil gracias. Juan Carlos, un ejemplo de dedicación a ese duro trabajo de jefe de estudios y lo que no es ser jefe de estudios. José (educador) gracias por tu abrazo esta mañana, Lola Prieto, gran compi. Rafa, Lali, Julito que bien me lo he pasado con vosotros, medrar es medrar.

Un abrazo a todos, ojalá vuelva, y si no, que siempre estemos ahí.

Abrazos



domingo, 17 de marzo de 2019

RELATIVIDAD DEL TIEMPO


¿Qué son 10 km cuando, casi, cada día sales a correr esa distancia?
Últimamente estoy siendo más consciente de lo que cuesta hacer una distancia de 18-21 km simplemente porque me cuesta más.
Entreno menos. Supongo.

Relatvidad de la distancia.

La Media Maratón de Mérida son 21.097 metros. Poco más de 21 km con considerables rampas para ser una carrera de asfalto. Si, sin duda la más bonita que jamás haya corrido. Posiblemente muchos de vosotros penséis lo mismo.
Este año fue especial.
Apenas salía de casa a recoger a Jesús cuando ya me hormigueaba la barriga. Tenía la sensación de ir demasiado justo de tiempo.
-"Vaya, para una vez que viene a correr conmigo y le voy a llevar tarde a la salida" 
Recogeríamos después a Juanfran y nos acompañó un madrileño que sutilmente se acopló ante
s al coche. No lo conocíamos, pero si no le llevamos sí  que hubiera llegado tarde a la salida.
Sería la última carrera para mí en un tiempo.
Jamás podría imaginar lo emotiva que iba a ser este año.
La salida, pese a estar en primera línea (por haber llegado justos y evitar dar la vuelta a la cola) la hicimos tranquilos. Juanfran tenía tiempo en mente (y cumplió) nosotros también, pero no tan exigente, y lo mejoramos.
Pero eso no era importante.
El tiempo no lo era esta vez (casi nunca lo ha sido).
El tiempo es el mismo para todos.
Segundos...
Minutos...
Horas...
Días...
....
De eso hablamos la tarde antes.
Para todos el tiempo no es el mismo.
Relatividad del tiempo.
Ese fin de semana dudábamos si el tiempo iba rápido o lento. Habíamos hecho tantísimas cosas y lo aprovechamos tan bien, que no podíamos aclarar cuanto tiempo había pasado.
-"Illo, el tiempo es mú relativo"
Relatividad del tiempo.
Mis amigos extre-galaicos se encargaron de hacer más inolvidable este fin de semana. Íker, María y Miguel, habían hecho una emotiva pancarta de ámino con dos fotos mías que habrían buscado por este blog, posiblemente.  "Ánimo Javi. You Can" La pancarta la sostenía Miguel justo a salir del puente Romano. No pude evitar parar, abrazarle y fotografiarme.
Tampoco pude evitar emocioarme en la suave rampa que seguía.
-"Illo, no te vaya a poné a eschá lágrimas ahora"
Llevaba las gafas de sol.

Jesús ya andaba apruradillo en el 18, o lo fingía, para controlar que yo no me disparara de ritmo.
-"Vamos, ya no queda nada, una rampa y después hasta la calle Holguín todo bajada. Illo paaza?"
Traté de animarlo todo lo que pude en la última cuesta, a 200 m de la llegada.
Sabía que cerca estaban Belén, Héctor, Elsa y Pilar y Marina, María, Manué y Ana.
Justo después de cruzar el Arco de Trajano.
A la derecha.
Con el cencerro de los Piratas.
Nos abrazamos, nos cogimos de la mano, y como si fuera mi primera carrera, mi primera vez en correr 21 km o mi última, cruzamos la alfombra del final.
Después tardamos uunos minutos en volvernos a encontrar tods en la plaza.
De nuevo lágrimas de emoción.
Llegó María y Miguel.
Otra vez.
No podré olvidar ese día.
10 de Marzo.
¿Cuándo fue?
¿Cuánto queda para la siguiente?
Relatividad del tiempo.
Ya veremos.
Gracias amigos.
Gracias Belén y ánimo por lo que está por llegar.
Pronto acabará todo.
Relatividad del tiempo. 

“El tiempo es la imagen de la eternidad en movimiento.”
Platón (427-347 a.C.)

Es cierto, y lo se. No tengo que mlagastar tiempo con pensamientos negativos. Vosotros tampoco.

No puedo aplicarme el cuento.

Pero está siendo duro. Largo.

 


lunes, 4 de marzo de 2019

La Güina

La Güina, La Agüina... o como cada cuál prefiera llamarlo (aunque realmente es el Cordel de Mirandilla), es un camino que sale de Mérida dirección norte, paralelo a la vía de la Plata, ambos se unen en la Cañada Real Santa María de Araya, poco antes de llegar a la conocida Casa de Campo de Mérida.
Es un recorrido que suelo hacer con muchísima frecuencia, tanto, que casi conozco cada piedra. 
Con lluvia, sol, niebla.
De día o de noche.
He realizado ese trazado decenas de veces, lo suficiente para que cada vez que recorro su embarrado terreno, en la parte más alta, cerca del vértice geodésico,en el Cerro de Quiebravigas , los días de lluvia, pueda encontrarme con alguna sorpresa diferente.
Es un recorrido que suelen evitar los ciclistas los días de lluvia. 
En sus diferentes tramos, mezcla arcilla roja, jabre e incluso calzada empedrada. Si bajas a la antigua N-630, en uno de los desmontes podrás apreciar las diferentes capas de la calzada, posiblemente original.
La conducción subterránea de Rabo de Buey recoge agua de manantiales y aguas subterráneas,es otro de los atractivos de este recorrido, que únicamente visito cuando voy andando, y que me enseño mi padre hace muchos años.
Para mi, es uno de los recorridos de unos 10 km más bonitos que pueda realizar en Mérida.
Cuando pasé esta mañana, al volver, antes de llegar al pozo de las Arquitas, en el inicio del Cordel de Mirandilla, una cría de conejo, se asomaba tímidamente al borde del camino. Al ir acercándome, veía que no se apartaba, aunque parecía notar en el suelo las vibraciones de mi pisada al llegar hasta el.
Se mostraba impasivo, aunque al mismo tiempo, parecía querer llamar mi atención. 
Me extraño. 
Al acercarme, vi que  los ojos los tenía cegados, y su pelo, estaba algo mojado. 
No sabía qué hacer, así que traté de apartarlo del camino sin posarlo sobre la hierba que estaba empapada y seguí mi camino sin dejar de pensar si haría bien o mal. 


El pobre chiquillo creo que tratada de pedirme ayuda.
Nos despedimos.
Llegué, como siempre que llueve y decido ir por allí, con las zapatillas cargadas de zuecos de barro pegado a la suela. Los calcetines, a la altura del tobillo, marcados del roce del barro. y la parte interior de los gemelos también.
Toca sacudir con el suelo.
¿Qué habrá sido del conejo?




sábado, 9 de febrero de 2019

EL VALOR DE LA DISTANCIA

¿Cuánto vale la distancia? El valor de la distancia es relativo. Muy cambiante y con un valor diferente para cada uno de nosotros.
¿Cuánto es mucha distancia?
Claro, y estarás pensando de según como sea. No es lo mismo en un vehículo que hacerlo con tus propias piernas, está claro. Y aún así, podemos decidir si corriendo o caminando.
¿Es mayor el valor de la distancia corriendo que caminando?
En un reportage sobre Iñaki Ochoa, del que ya ha escrito anteriormente, te aclara que hay 14 ocomiles porque “una vez, un señor, no sé como se llama, decidió que un metro era esto -y mostraba esa magnitud aproximada con las manos- pero si hubiera decidido que era esto -entonces disminuía esa separación entre sus manos- entonces contaríamos con 40 ochomiles”.
La distancia es muy relativa, la midas en las unidades que la midas y con los múltiplos o submúltiplos que uses.
Cuando salí esta mañana a correr por el camino en dirección a la estación de Aljucén, apenas llevaba 600 m corriendo cuando empecé a “auto-animarme” pensando en la distancia que recorrería. Unos 7-9 km, ni si quiera tenía claro que llegara a la estación, que son unos diez kilómetro, ida y vuelta, desde el ferial. Entonces empecé a valorar lo que supone recorrer cada km, después de haber salido a correr solamente dos días en los últimos 8-9 días. Y es que veía cómo pasaban de rápido a medida que avanzaba.
Empecé a recordar cuando a, apenas unos 300 m de llegar a la cima del Mont-Blanc hace unos cuantos de años, empezó a pegar un fuerte viento que asomaba por encima de una arista que teníamos justo en frente. Nosotros estábamos resguardados detrás de ella, y percibíamos un poco su fuerza, pero nos imaginábamos cómo sería cuando llegáramos a es arista. Total que dudábamos si seguir o darnos la vuelta. A tan sólo 300m de llegar a la cima más alta de los Alpes. Imagínate a aquellos alpinistas que se dan la vuelta a tan sólo 50 metros de coronar un ochomil. Pero tanto a nosotros como a esos alpinistas esos pocos de metros, nos podrían llevar alguna hora bastante larga.
El récord del mundo en 400 metros lisos está en 43,03 segundos.
Pensar que a esa distancia nos tuviéramos que volver, después de haber pasado casi 20 días por Chamonix esperando una ventana de buen tiempo y aclimatando un poco, era un auténtico desastre.
A mi me dicen que correr 100 km es una locura. Yo no lo creo. Ni si quiera ahora.
Hoy 10 km pe parecían una locura, pero los hice. Y es que a medida que pasaban los minutos la distancia era cada vez menor. Ni la aumentaba la recorrida y disminuía la que quedaba por recorrer, incluso poco antes de llegar al punto donde me daría la vuelta.
Tampoco sabía que me esperaba al final de ese camino unas vistas similares a las del amanecer de una playa, que bien podía confundirse con el Rompido…

Al final recorrí 10 km, o 10,000 metros, o 46 minutos….



jueves, 31 de enero de 2019

"¿HAY SER FELIZ AUNQUE SÓLO SEA POR JODER?"

No sé si vísteis hace unos días el programa de El Hormiguero, creo que fue el Martes pasado, y Pablo Motos entrevistaba al doctor Pedro Cavadas. (http://www.clinicacavadas.es). Resultó bastante interesante, aunque lo pillé empezado. Pero me gustó (o quizás no tanto) una reflexión que hizo sobre el ser humano "El ser humano es cabrón por naturaleza", y que no comparto del todo. Curiosamente hoy he podido ver una imagen con una frase de Joaquín Sabina que decía "Hay que ser Feliz, aunque sólo sea por joder".
Al fin y al cabo vienen a decir casi lo mismo, porque hay que ser cabrón para que te joda que otro sea feliz...
Entre ambas situaciones, mantengo una conversación con un amigo, del egoísmo de las personas, y de nuevo esta mañana surge una conversación con otra compañera del trabajo sobre el mismo tema.
Somos tantas personas unas alrededor de otras, que lógicamente parece que deben surgir tdemasiadas diferencias. Pero claro, el problema viene cuando las diferencias que tengas con el de uno de tus lados, influya negativamente en el del otro lado.
Y claro, resulta que al final, el ser humano es un cabrón por naturaleza y le jode que otro sea feliz....

En fin, que tristeza....

A mi me alegra que seáis felices.

Después de pensar sobre esto, me he dado cuenta de que no comparto lo que dice el Doctor, al menos del todo. Pero no seré feliz para que le joda a nadie, si no por mi mismo y los que estos días estáis a mi lado, pese a no ser unos momentos fáciles.

Resumiendo que ni el Dr Cavadas ni Joaquin Sabina tienen ni puñetera idea, al menos sólo en estas afirmaciones.

Ni creo que el Dr Cavadas sea un cabrón por ser un ser humano, si no todo lo contrario.

Matterhorn 4478m acrílico por Elsa 2019
Cambiando de tema, como ya tengo fecha fijada, he empezado a hacer cosas que no solía hacer. Renunicar a tres carreras a las que estaba inscrito, del tirón. Bueno una de ellas, por lesión de tobillo, y las otras porque no es prudente, ni recomendable hacerlo. Así sólo me queda la Media Maratón de Mérida, que será, posiblemente la única carrera que realice en los cuatro próximos meses. Pero oiga que lo llevo genial (si querer joder a nadie por llevarlo con alegría).
Así que digo adiós, primero a las Millas Romanas (en versión 40k) y después a Trilhos dos Abutres, "chacho" camponato del munto de trail.... mira que me podía fastidiar, pero realmente no mucho.
Así que vamos buscando alternativas.
Ahí va la bici, y ahora que le he puesto unas   "tubeless" (esas que no se pinchan) creo que podré recorrer más de 30 km sin tener que cambiar la cámara, me he comprado hasta unas botellitas de CO2 para inflarlas. Casi profesional.
Y también, después de muchos años, retomo la escalada. Esto si me está costando, apenas puedo mantenerme 10 o 15 pasos en el bestial desplome del rocodromo, pero eso será cuestión de tiempo, supongo...

Al fin y al cabo se trata de tener objetivos, a corto o medio plazo, que te permitan hacer una u otra cosa, y especialmente motiva retomar actividades que hece años dejé atrás.
Hoy me siento más o menos contento por, casi, haber llegado al final de una sección de pasos previamente definidos por alguien, y casi, casi, hasta el final de la pared, pese al miedo que me daba estar tan alto y sin una cuerda que  me asegurara.

En fin, que es hora que vayamos disfrutando de lo que tenemos (yo el primero) que nunca sabemos hasta dónde llegaremos, ni cómo ni cuando. 

NOTA: Ya que nombré al Dr Cavadas al principio, os invito a ver el programa entero, merece la pena, o ver algo de su fundación (http://www.clinicacavadas.es). Que no nos importe ni los gigas del smartphone, ni si es iphone 8, 9, o 10.000. Si no que nos importe realmente seguir viviendo, en nuestro mundo, al menos, pero si puede ser, mirando hacia el de otros de vez en cuando.

"Cualquier actividad humanitaria es mejor que nada. Pero hay diferencias de matiz. Por fortuna la voluntad inespecífica de ayuda no es infrecuente. Conseguir darle forma y hacer algo útil de verdad es muy difícil. Las actividades espontáneas y voluntarias, y la cooperación lo es, se hacen para conseguir un beneficio (nadie hace algo espontáneamente en contra de su voluntad). Es este beneficio el que varía según la calidad personal, y hay tantos enfoques y razones por las que alguien se embarca en actividades de cooperación como personas lo hacen."

lunes, 26 de noviembre de 2018

BAJO LOS CIELOS DE ASIA

"Bajo los Cielos de Asia" es un libro de Iñaki Ochoa que relata una preciosa época de su vida, toda centrada en el Himalaya. Podrás disfrutar y vivir con su lectura algunas ascensiones, e incluso puedes imaginarte en algua de ellas.
Fundación SOS Himalaya. Facebook
Iñaki fue un alpinista o himalayista Navarro y guía de alta montaña que ha participado en más de 200 expediciones en el Himalaya. Ahí es poco, casi que podemos decir que pasó su vida allí. Escaló 12 de los 14 ochomiles.
Cuando llegas al final del libro puedes leer el texto que su padre (Iñaki Ocho de Olza Sanz) leyó en su homeje en Julio de 2008. Entonces la lectura se inunda de un absoluto silencio. Es como si de repente todo el mundo callara.
Ahora me pongo a leer "Los catorde de Iñaki" de su amigo Jorge Nagore. Donde parece se va a relatar el impresionante despliegue llevado a cabo para su rescate. Supongo que tal y cómo presentan este libro, y cómo relata su hermano en el prólogo, Iñaki debió ser un gran alpinista, perdón, un gran Himalayista, pero sobre todo una excelente persona.
Si compras este libro, los beneficios de derecho de autor van destinados íntegramente a Nepal "para socorrer a un puñado de niños que no tienen nada". Abajo podrás tener acceso al enlace.

Iñaki tenía por objetivo recaudar fondos para levantar un orfanato par alos niños de Katmandú, un hospital infantil en Pakistán y una escuela en Dharamsala. Falleció a 7400 m de altitud en el Annapurna el 23 de Mayo de 2008, una de las motañas más difíciles de escalar con 8091 msn.

Digo que Iñaki debió ser una gran persona, también, porque antes de su intento de rescate, con él se quedó su compañero y amigo Horia Colibasanu, que permaneció con el, a esa altitud durnate tres días, hasta que fue relevado por Ueli Steck. Iñaki describe en su libro, en varias ocasiones lo que supone exponer el cuerpo a esas alturas. La degradación y el desgaste a que se somete. A su madre le contaba que a esas alturas no hay tecnología que valga para salvar una vida, cuando en ocasiones se sentaban en el salón de casa y les contaba sus experiencias en el Himalaya.
Tanto Horia con Ueli arriesgaron para estar a su lado mientras desde abajo se preparaba el rescate.
Otro alpinista implicado en el rescate, Denis Urko, portaba medicinas y oxígeno para Iñaki y otros 11 alpinistas equipando la vía. Pero murió unas horas antes de que éste llegara.
Nombra también en el libro, y al final en agradecimientos a Myriam García, también fallecida, autora de "Bájame una estrella" libro que me ha acompañado muchísimo tiempo y que recomiendo encarecidamente.

Hay algo especial en esto de los montañeros, y sobre todo en alpinistas. No sabría describirlo ni explicarlo, porque son cosas que uno siente y no puede redactar. Las relaciones, los lazos de unión que pese al paso de muchos años, no se pierden y siguen ahí. A veces, aunque no los veas.

Ya conté una ocasión la primera vez que subía a Gredos con la Agrupación Emeritense de Montañismo. Paramos, en la carretera a recoger a un extraño personaje, con el que después tendría una excelente relación. Y yo que pensaba "¿A dónde iría el loco este, sólo hacia Gredos? Qué cague..." Pero cuando le fui conociendo me enseñaría tantas cosas que me ayudaron a responder a esa pregunta. Yo mismo he subido decenas de veces sólo a Gredos y otros muchos lugares. Él acabaría pereciendo en los Alpes.
Mis primeros piés de gato.
A mi todo lo que rodea a este mundo me trae buenos recuerdos. La gente que ha pasado por mi vida, los que he conocido, los que me reencuentro, mis inicios, esos primeros crampones de correas Camp, y esos pies de gato "free Climbing Crack", que me regalaron mis padres en tras un viaje de quimio a Madrid, fueron, quizás la señal de lo que vendría después.




..si puedo organizarlo y si todo va bien en el Dhaula y el Annapurna, (a donde iré la próxima primavera), entonces creo que en diciembre del año que viene (2.007) saldré en bicicleta hacia Katmandú.
12.000 km en tres meses. Después intentaré escalar el Kanchenjunga, que podría ser el que complete los catorce. Tras bajar a Katmandú volveré a casa corriendo 50 km por día durante los siguientes 6 meses siguiendo el mismo recorrido que a la ida en bici ¡En navidades del 2008 en casa!
La idea no es hacerme muy famoso sino empezar a devolver a los niños de Asia lo mucho que me han dado en forma de aprendizaje, llamando la atención sobre sus necesidades y recaudando dinero para repartirlo por allí, en un orfanato de Katmandú, en un hospital del norte de Pakistán y en una escuela de Dharamshala, donde los niños tibetanos están exiliados… los tres países por donde yo me he movido…
…el proyecto se llamaría SOS HIMALAYA…
https://soshimalaya.org/